martes, 29 de noviembre de 2011







Móviles con iconografía guaykurú










Elté: Coil o pintura que los hermanos QOM preparan con los insumos del monte. Lairaigc,(Negro): se prepara con tragec (palo carandá). Cotapic (marrón): se prepara con el tanino del quebracho. Coñoig (verde): se prepara con tuna. Togarec (rojo): se prepara con Molle.

Imágen del libro “Aborígenes del Gran Chaco,  fotografías de Greta Stern 1958-1946
Testimonio oral de Raúl Sosa, artesano Qom residente del Barrio Mocoví de Berisso, 2011.

Raúl Sosa prepara las mismas tonalidades de coil mezclando pinturas acrílicas. 

Detalle del diseño en un móvil.








“Muchas formas, reconocidas hoy como paradigmas de la creación indígena más “auténtica”, han aparecido en diferentes momentos como respuestas innovadoras, ingeniosos dispositivos de transculturación (como el arte de abalorios y la cerámica de los pueblos chaqueños, la talla en madera adoptada tardíamente por casi todas las etnias, los motivos figurativos de los tejidos en lana nivaklé, la cestería ishir, los dibujos de ciertos creadores individuales o la parafernalia del “carnaval” chiriguano). Es que si un pueblo conserva el control de su producción simbólica, puede realizar las innovaciones, ajustes y readaptaciones que exige cada tiempo sin perder el rumbo colectivo ni arriesgar el legado de la memoria.”[1]


[1] Escobar Ticio, Arte Indígena: zozobras, pesares y perspectivas en Catálogo, CENTRO DE ARTES VISUALES/MUSEO DEL BARRO. The Getty Foundation, Asunción, 2008.




Raúl Sosa, artesano Qom presenta tiras de zunchos plásticos para realizar una prueba de cestería con este material de embalaje.










Trama de la base de la pieza.










Raúl Sosa ajusta la trama y calcula que el tamaño de la base coincida bien con el molde.










Molde improvisado con una caja de vino.










Raúl sujeta la base al molde utilizando bandas elásticas.










Raúl Sosa, artesano Qom aplicando a insumos de embalaje, las técnicas de la cestería con que trabajan la palma en el chaco.










En los vértices se colocan "riendas".










Los diseños y texturas se logran entreverando diferentes materiales. En este caso una tira de tela con col colores de la serpiente de coral.







Los cajones de verduras son desarmados para armar moldes firmes de diferente formato.










Legua 15, cerca de tres isletas, Chaco, 14 de julio de 1964. La familia del cacique Ternai trabaja en cestería de torora.
Foto y reseña de Greta Stern. Libro "Aborígenes del Gran Chaco"










Legua 15, cerca de tres isletas, Chaco, 14 de julio de 1964. La familia del cacique Ternai trabaja en cestería de torora.

Foto y reseña de Greta Stern. Libro "Aborígenes del Gran Chaco"










Tobas vendiendo artesanías en una esquina de Resistencia, 1959-1960.

Foto y reseña de Greta Stern. Libro "Aborígenes del Gran Chaco"










Mujer toba, alrededores de Resistencia, 1959-1960.
Foto y reseña de Greta Stern. Libro "Aborígenes del Gran Chaco"





Pieza del Taller Antiguas Manos, representa una cesta con una parejita de cardenales posados. Se conoce de los cantos con los que ella llama al varón. 









Hace más de treinta años fueron llegando a Berisso los miembros de la actual Comunidad Mocovi de Berisso según figura inscripta en el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas que depende del ministerio de Desarrollo Social. La comunidad fue acrecentada a fines del 2008 por 27 familias originarias de la localidad santafesina de Calchaquí. Tras deambular por distintos distritos bonaerenses y asentarse en tres barrios de Berisso, en el Gran La Plata, formaron su propio barrio en un campo de una hectárea y media ubicado en las calles 28 y 156, en las afueras de esta ciudad, 68 kilómetros al sur de la Capital Federal. Allí viven descendientes de varios pueblos originarios, Mocovíes, matacos, tobas y otros.

La comunidad obtuvo su personería jurídica en el año 2003  y en junio de 2006 se instalaron en el lugar actual de resistencia con un acuerdo de comodato con quien era el titular del predio, que residía en Estados Unidos. En noviembre de 2008 lograron que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, financie la compra del terreno. Esto dio pie a un proceso constante de mejoras en sus vidas y los convirtió en la primera comunidad Mocoví reconocida y con tierras en la provincia de Buenos Aires.

En abril de 2011 comienza a funcionar el taller Antiguas Manos, proyecto de extensión universitaria de la Secretaria de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Bellas Artes de la UNLP. Actualmente se trabajan en piezas artesanales de cerámica hechas principalmente con barro del barrio. 







Las clases se desarrollan en el salón que los miembros de la comunidad construyeron conjuntamente con un proyecto de extensión de Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP. 













Niviqué, violín de una cuerda confeccionado por Raúl Sosa.

“El Nuiqué se hacia con latas del trabajo del campo.  La cuerda es de cola de caballo.
 Sirve para instrumento y ahora le llaman violín. Se usa para cantar en fiestas, el doce de octubre.”

Testimonio oral de Raul Sosa, artesano Qom residente del Barrio Mocoví de Berisso, 2011.

 Imagen: un hijo del cacique Ternai con un nuiqué, violín artesanal de una cuerda. Retratado por Greta Stern en 1964.del libro “Aborígenes del Gran Chaco”fotografías de Greta Stern 1958-1946






Entre 2007 y 2010, Rosario Haddad recopiló algunos toques y cantos antiguos de las comunidades Qom del Chaco, Lalac na Qom, que significa el canto Toba. Haz click aquí para ver el blog.












Desde 1521 los conquistadores emprendían expediciones de castigo contra la férrea resistencia de los grupos guaikurues del chaco. En 1537 Juan de Garay logra fundar Santa Fe pero durante la primera mitad del siglo XVII, los guerrero tobas, abipones y mocovíes supieron incorporar el caballo del español aumentando su destreza para pelear.  

Para 1776 es creado el Virreynato del Río de La Plata,  mientras que la Patagonia y el Gran Chaco continúan como territorios libres.  Afines del s. XVIII una treintena de fortines rodeaba el Chaco. Esta es la herencia hacia 1810.

Luego de la revolución se alternan  tratados de paz y escaramusas pero desde 1870 la actitud del Estado Nación se vuelca a la violencia  lanzando siete expediciones. A partir de 1884 comienza un extermino con la ofensiva del ministro Vitorica integrada por tres regimientos de caballería, dos de infantería y tres buques de guerra. Al final del siglo XIX es consumado el genocidio  y los pobladores originarios son obligados a trabajar miserablemente en obrajes y corridos de sus tierras. 

*texto basado en fuente “nuestros Paisanos Los indios” Carlos Martínez Sarasola. Buenos Aires, Emecé,2005.



La película “El último malón”, filmada en 1917, es la versión cinematográfica de Alcides Greca sobre la insurrección mocoví de 1905. Fueron los mismos pobladores involucrados quienes actuaron años después en la película. Los mocovíes parten a luchar junto con sus caballos. 



Pieza modelada a mano, brillo bruñido con piedra de ágata, color negro de cocción con reducción del oxigeno y terminada con técnica mixta. En la parte posterior la figura lleva un un recipiente cerámico para agua "para los Qom se llama la coñá y el barro se prepara con hueso quemado y molido, luego se cuelga a la sombra para mantener el agua fria" Testimonio de Raúl Sosa, Comunidad Mocoví de Berisso, 2011.


 

La pieza "Anciana del Monte" fue hecha sabiendo de la tradición de las “muñecas chaquenses” y con una comparación meramente plástica con piezas arqueológicas de “La Candelaria”.
Las primeras son formas básicas, abstracciones del cuerpo que omiten los miembros pero destacan algún elemento que funcionó como un símbolo imprescindible de las decoraciones y atributos corporales de los originarios, las cuentas de nacar de los hombres, senos y orejas oradadas de las mujeres, etc. Además de la abstracción son ricas en lo que hoy llamaríamos técnica mixta ya que incluyen fibras como cabellos, polleras de algodón y adornos de incisiones. Se las atribuye a Chorotes, Tobas, Matacos, Chulupí, Pilagás, Chiriguanos, Chané Tobas, Nivaclé, etc. Según señala el reconocido arqueólogo argentino Rex González*, el carácter ideo plástico de tales representaciones las hacen incomprensibles a quienes no conocen la cultura de los Pueblos del Chaco.
Las segundas, en cambio, son piezas muy antiguas que provienen de otra región, el sur de salta, pero que nos ofrecen algunos de los diseños de incisiones sobre el rostro y cuerpo de las figuras, recurso plástico que muy posiblemente represente tatuajes o pinturas faciales. Imágenes: Esculturas nivaklé de barro decoradas con hilos de lana. CAV/Museo del Barro. // Una de las figuritas chaquenses expuestas en el Museo de Arqueología, San Miguel de Tucumán // Figura-vasija con vasos comunicantes, Estilo-cultura La candelaria 250-750 dc.  de catálogo Colección Nicolás G.Uriburi  (parece portar un cesto sostenido por una faja en su frente al modo de los recolectores selváticos).// Figura-vasija La Candelaria del catálogo Antes de América (con los pechos y vagina visiblemente representados e incisiones en el rostro). 




Diseños étnicos: Algunos de estos adornos o atributos son esclarecidos por el testimonio del misionero jesuita Froilan Pauke  quien ilustró las costumbres de los mocovíes de la reducción San Javier. En su libro Hacia allá y para Acá encontramos descripciones y acuarelas de los tatuajes que se usaban en el siglo XVIII.



En 1964 Greta Stern retrató a mujeres pilagá con tatuajes tradicionales señalando que “(...) desde niños, los pilagá se tatuaban el rostro, brazos y pecho. Agregaban sucesivos motivos -que tenían nombres particulares- a medida que cumplían con el ritual de ceremonias de iniciación. Asignaban poderes mágicos a los tatuajes, como resguardo de enfermedades.(...)”  Cita y detalle de una imagen del libro Aborígenes del Gran Chaco,  fotografías de Greta Stern 1958-1946.


“Yo conocí una mujer tatuada, una mujer pilagá, ella me pronuncia, sabe por el tiempo, la clima buena y mala. Es chaman. Se hace los tatuajes porque señal que sabe la curación de la naturaleza. Los caciques se tatuaban también pero ahora no hay. Los wichí se tatúan con cuchillo y carbón pisado.  Cuando un chaman cura se usa pluma de avestruz y se pinta la cara el chaman y tiene un bombo” 


Testimonio oral de Raúl Sosa, artesano Qom residente del Barrio Mocoví de Berisso,2011.